Antes de comenzar cualquier negocio, resulta determinante conocer cómo se llevará un control de lo que se vende, de modo que no haya errores o confusiones posteriores que puedan generar problemas legales o una mala valoración de los clientes. Hoy les hablaremos de la factura proforma, con el fin de que conozcan con precisión qué es y para qué puede servirles.
Es un papel o documento previo a la factura final que se emitirá, cumple la función de informar cómo quedará el modelo final de dicho comprobante. Lo normal es que su aplicación sea para ventas y movimientos continentales o internacionales.
En cuanto al formato, no existen demasiadas diferencias en relación con una factura comercial clásica. Esto se debe a que su objetivo es el mismo, pero sin ser la versión oficial del documento. No tiene rigor para efectos fiscales.
La función de la factura proforma es netamente informativa para que el comprador tenga en físico un presupuesto de todo lo que adquirirá posteriormente. Este, en la mayoría de los casos, es un pedido del propio comprador y no del establecimiento o empresa.
La utilidad que pueda tener va de la mano con la validez y, por ende, se debe aclarar que para el control contable no tiene importancia. A pesar de esto, se siguen unos lineamientos para que el comprador tengo una representación fiel de la factura final.
A pesar de no ser la factura final, se respeta la siguiente estructura:
La factura proforma es favorable para escenarios en donde ya se ha definido la compra total a realizar, esto a falta de que se realice el pago definitivo. De este modo, se podrá hacer una evaluación previa.
Por otro lado, también es utilizada cuando se quiere prever cuál será el gasto al pasar por diferentes controles legales fronterizos, caso de aduanas.
En todas las circunstancias es interesante contar con ella para estimaciones, facilitando los ajustes en cuanto a los pagos y que no se presenten inconvenientes de última hora.
La factura proforma es también conocida como una factura borrador, ya que bosqueja todo lo que contendrá la factura oficial, pero sin tener la validez legal suficiente para ser considerada.
Representa una herramienta interesante y útil para organizarse con anticipación, estando un paso delante de cualquier gasto adicional que suponga el traslado, IVA, aduanas, entre otros factores que se suelen omitir en muchos casos al pensar en una compra.
Ahora sabes qué es y para qué sirve una factura proforma, por lo que estás listo para comenzar a implementarla en tu negocio o pedirla como comprador.
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