El mundo de la competencia es perverso, nos puede llevar por el camino de la amargura, por ello hoy vamos a hablar de cómo dejar que nos marquen el camino otras empresas que no son la nuestra. En Diario del Dinero queremos darte varias estrategias para que puedas dejar de competir por precio y hacernos diferentes.
En muchas ocasiones cuando alguien entra al mercado lo único que hace es ofrecer el mismo producto o servicio que la competencia y para tratar de conseguir clientes reduce el precio de ese producto o servicio. Eso suele provocar que los que ya estaban en el mercado, para que el nuevo participante no les roben muchos clientes se metan en ese juego de competir por precio y suelen bajar sus márgenes de beneficio.
Sin embargo, esa lógica perversa nos puede llevar a tener que hacer horas de más para ganar el mismo dinero que ganabas antes de que hubiese esa competencia nueva en el mercado. Por ello, no es algo demasiado interesante lo de competir por precio y si es posible vamos a intentar evitarlo.
El gurú del emprendimiento mexicano Carlos Muñoz hablaba de las tres patas que necesitaba un negocio para que tuviera éxito y nos daba pistas sobre los escenarios posibles en cada mezcla.
Las tres patas eran: Clientes de calidad, Oferta única y Sistematización.
En el caso de tener sistematización y clientes de calidad, pero no oferta única entonces se llegaba a la guerra de precios. El punto de que nos atañe hoy.
En caso de haber sistematización y oferta única, pero no clientes de calidad, se llega a la situación que a nadie le importa tu negocio.
Si nos encontramos con una oferta única y clientes de calidad, pero sin sistematizar, llegamos a la era de la esclavitud. El juego del pago por hora.
Y expone que el panorama ideal es encontrar el equilibrio entre estas tres patas.
Vamos por materia. Os presento 5 cosas que podéis hacer para que el precio no sea algo importante a la hora de competir con la competencia.
Hay un libro que se titula La estrategia del Océano Azul que viene a darnos una pista muy interesante sobre lo que hay que hacer cuando estamos encerrados en una competición por precio. Esencialmente hay que cambiar de categoría.
Si todas las tiendas de zapatos luchan encarecidamente por vender las nuevas Vans, ofrece tú algo distinto donde no tengas competencia.
Relacionado con la estrategia anterior. Busca en qué eres mejor tú que la competencia y véndete por ello, así reposicionas a la competencia detrás tuyo.
No tiene porque ser en lo que seas mejor, también puede ser que te coloques primero en un mercado porque ofrezcas algo que ellos no están ofreciendo.
Encuentra tu punto diferente al resto y educa a tu audiencia. Tienes que lograr posicionarte como el mejor o el único que hace algo y que la gente te vea así.
Pregúntate cuál es tu valor agregado y por qué podrían recomendarte a ti en lugar de a tus competidores y potencia eso.
A veces lo más sencillos es buscar clientes diferentes. ¿Cuál es el motivo para obcecarse con clientes que no te valoran y prefieren ir a lo barato?
Busca clientes que estén dispuesto a pagar tu precio, que te valoren, que te vayan a recomendar, clientes a los que les puedas solucionar algo y busca muchos más de esos.
En ocasiones tenemos que cambiar nuestro producto o servicio, o simplemente buscar nuevos usos para ello. Si has hecho la estrategia anterior, también será muy útil que acerques esos nuevos productos a tu nuevo cliente ideal.
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